En ocasiones pensamos que todo aquello que expulsa nuestras mascotas por la boca es un vomito, y así lo caracterizamos. Sin embargo debemos tener en cuenta que no siempre se trata de un vomito, sino que puede ser simplemente una regurgitación o un reflujo gastroesofágico.
Pero como sabemos que nuestro amigo ha producido un vomito o una regurgitación?
Para esto debemos saber diferenciarlos.
Es fundamental distinguir entre vómitos, regurgitación y reflujo gastroesofágico, ya que los enfoques diagnósticos y tratamientos son muy diferentes.
Un vomito no es lo mismo que una regurgitación.
Vomito: es un acto reflejo que incluye signos prodrómicos seguidos de contracciones abdominales activas. Los signos prodrómicos pueden incluir cambios de comportamiento, salivación e intentos repetidos de deglución (estos signos pueden ser variables).
Regurgitación: es un acto pasivo que suele ser espontaneo o asociado a cambios de posición corporal. No hay signos prodrómicos, ni contracciones abdominales repetitivas. La regurgitación se asocia típicamente con trastornos del esófago.
Debemos tener en cuenta que el momento del evento con respecto a la comida, el volumen del material extraído o el carácter del contenido (a menos que contenga bilis, que sugiere vómitos) no distinguen de forma fiable el vomito de una regurgitación.
Se cree que si el contenido producido esta digerido o contiene bilis es indicativo de un vomito, mientras que por su parte si el alimento esta entero es una regurgitación, pero estos muchas veces también pueden ser vómitos.
Que es un reflujo gastroesofágico
Ocurre cuando el esfínter esofagico externo no se cierra adecuadamente y permite que el contenido del estomago e incluso del intestino delgado regrese, o haga reflujo hacia el esófago y lo irrite generando una esofagitis (inflamación del esófago), esto debido al contenido de ácidos gástricos, pepsina, tripsina, bicarbonato y sales biliares.
Un reflujo gastroesofágico puede generar un vomito o una regurgitación.
La esofagitis leve se produce cuando solo asciende acido gástrico y la esofagitis grave cuando ascienden otros componentes.
Causas del reflujo
*Vómitos crónicos: como consecuencia del constante paso de contenido alimenticio que lleva ácidos gástricos y productos de digestión que erosionan el esófago, afectando el esfínter.
*Hernia de hiato: se produce cuando una parte del estomago se introduce en la cavidad torácica atravesando el diafragma, produciendo una disfunción del esfínter.
*Reducción de la presión del esfínter caudal inducida por anestesia: se produce especialmente cuando el perro se posiciona en decúbito dorsal, cuando no se ha respetado el ayuno previo a la cirugía y por efectos secundarios de los anestésicos.
*Esofagitis: debido a la inflamación dificulta la correcta funcionabilidad del esfínter.
*Gastritis
*Obesidad.
Síntomas: vómitos o regurgitación, salivación excesiva, lamido frecuente, dolor al ingerir alimentos, extensión de la cabeza y cuello mientras degluten, resistencia a comer, depresión, apatía, fiebre si hay esofagitis grave.
Se trata de un proceso que puede llegar a ser muy molesto para nuestras mascotas, además de los posibles riesgo de desarrollar neumonía por aspiración.
El reflejo del vomito
Comienza con los receptores aferentes ubicados en los órganos viscerales, incluido el tracto gastrointestinal, el páncreas, el corazón, el hígado, el tracto genitourinario y el peritoneo, y la faringe.
Los impulsos aferentes viajan a través del nervio vago y simpático. El vomito también puede iniciarse mediante la estimulación de la zona de activación de los quimiorreceptores (CRTZ) ubicada en el area postrema de la medula.
El vomito puede iniciarse por sustancias transmitidas por la sangre al estimular la CRTZ, o una vía neural, causada por estimulación del vomito por las neuronas vagosimpáticas, CRTZ, vestibulares o cerebrales, e incluso ambas.
Los vómitos provocados por la activación de la vía humoral incluyen: fármacos de quimioterapia, digitálicos, toxinas urémicas y apomorfina.
Los vómitos provocados por la activación de la vía neural incluyen: gastroenteritis, pancreatitis, peritonitis, cinetosis y emociones (estímulos cerebrales).
Los vómitos se clasifican en:
1.Según la duración
*Vómitos agudos: si la duración es de menos de 4 días. Los vómitos agudos pueden ser causados por numerosos trastornos, que se pueden dividir en trastornos gastrointestinales o extra gastrointestinales.
*Vómitos crónicos: si los vómitos duran mas de 4 días, siendo frecuentes.
2.Segun el contenido
*Vomito hemático: contiene sangre. Diversos factores pueden ocasionar que aparezca sangre en el vomito como: heridas bucales, parvovirosis, intoxicaciones, ingestión de cuerpos extraños, insuficiencia renal, tumores, ulceras gástricas.
*Vomito bilioso: contiene liquido biliar, de color amarillo. Ocurre cuando el perro ha vomitado varias veces y ya no tiene nada en el estomago, puede deberse a alguna enfermedad infecciosa, intolerancia alimentaria o alergia, ingestión de cuerpos extraños, sustancias toxicas e inclusos estrés.
*Vomito alimenticio: contiene comida digerida. La gastroenteritis puede ser generada por alimentos en mal estado, cambios bruscos de alimentación, comida de baja calidad, enfermedades bacterianas o víricas. Suelen ir acompañadas de diarrea, letargo y dolor abdominal.
*Vomito mucoso: contienen mocos en el vomito. Ocurre en enfermedades respiratorias bien sea de las vías bajas o altas.
El examen clínico veterinario, ayudara a determinar la gravedad de la enfermedad, así como los signos clínicos que sugieren que nuestras mascotas necesita apoyo medico, tales como: debilidad, deshidratación, depresión severa, fiebre, distensión abdominal, dolor abdominal intenso, mas abdominal y hallazgos sugestivos de shock.
Es necesario realizar pruebas de laboratorio y complementarias, para determinar un diagnostico especifico, así como evaluar las posibles consecuencias metabólicas, alteraciones electrolíticas y acido-base.
Los vómitos son causas de deshidratación y desequilibrios acido-base.
Debe reconocerse temprano si existe un trastorno que requiere una intervención medica inmediata (enteritis viral) o una intervención quirúrgica (dilatación vólvulo gástrico u obstrucciones intestinales). Todo esto quedara a juicio del medico veterinario.
Sin importar cual sea la causa, acude al veterinario cuando tu mascota presente varios vómitos continuos.
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