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MV. Esp. Rosangela Ramírez C.

Porque los veterinarios se suicidan?

Veterinarios victimas de acoso

Sabias que la tasa de suicidios de los veterinarios es mas alta que la de cualquier profesional del área de la salud. 

El estrés, la presión social, la carga emocional y la responsabilidad de la vida de un paciente son muchas de las causas de esta cruel estadística.

Existen relatos de muchos médicos veterinarios, tal es el caso de una Doctora Shirley Koshi, de 55 años, quien trabajo mas de 30 años en la India como veterinario hasta que se mudo a Nueva York, donde abrió una pequeña clínica veterinaria.

Koshi fue demandada por recoger un gato callejero para curarlo porque este se encontraba enfermo, (en Nueva York esta permitido adoptar gatos de las colonias asilvestradas de parques y jardines, estos gatos no tienen dueños). 

La Doctora curo al gato y pago la factura de su bolsillo, sin embargo, se negó a entregárselo a la señora Gwen Jurmark  quien lo reclamaba como suyo : "ya que lo había alimentado en una colonia en un parque de Nueva York". 

Según el diagnostico de la Doctora, el problema de salud del gato Karl se debía a que realmente no era un gato asilvestrado, sino domesticado y no podría sobrevivir en una colonia expuesto a otra enfermedad respiratoria.

La supuesta dueña decidió denunciar el caso y movilizarse con millones de seguidores en internet que hicieron su trabajo, llegándole miles de mensajes y hasta manifestaciones a la puerta de la clínica. 

La veterinaria se vio obligada a cerrar su clínica después de los costos que le supuso la demanda y de la perdida de ingresos a causa de los detractores que vía online, destruyeron su reputación. 

El acoso fue tan extremo hasta que la Doctora Shirley termino suicidándose, y Karl el gato volvió con la señora Jumark.

Tal y como explica la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA), fue un caso extremo de ciberacoso por parte de un grupo llamado The Veterinary Abuse Network.

Esta es solo una historia mas de las decenas que podemos encontrar en los medios de noticias y redes sociales, donde se denuncia constantemente suicidios de profesionales Medico Veterinario. El Hashtag #notonemorevet se ha convertido en tendencia en Estados Unidos para visualizar el problema.

Uno de los estudios mas recientes publicados por AVMA, concluyo que "entre 1979 y 2015, los veterinarios tanto hombres como mujeres se suicidaron 2 y 3,5 veces mas a menudo que el promedio nacional de la población de los Estados Unidos, respectivamente".

Sumergirse en profesiones tan vocacionales como son las sanitarias, puede dejar la puerta abierta a problemas de salud mental como la depresión o incluso la fatiga por compresión, una forma de estrés traumático reconocida en el campo de la psicología como un problema que afecta a numerosos profesionales.

Existen estudios científicos que corroboran los datos de las redes sociales, donde se ha demostrado que la tasa de suicidio entre veterinarios es dos veces mayor que entre dentistas, mas del doble de la de los médicos, y hasta cuatro veces mayor que la población general.   

En el 2014 el Centro para el control de enfermedades de los Estados Unidos hizo una encuesta a 10 mil veterinarios con resultados sorprendentes. Mas de uno de cada seis veterinarios Estadounidenses había considerado seriamente la posibilidad del suicidio, esto se resume en que los veterinarios se deprimen mas. 

El Veterinario es un profesional muy expuesto, con los mismo problemas que los médicos, la misma presión, carga de trabajo, y normalmente con peor remuneración, prestigio y respeto ante la sociedad, y poco valorada entre los profesionales de la salud y la población. 

Es una profesión con una gran exigencia y con dificultades que poco conocen y valoran.

A diferencia de los médicos, el veterinario trabaja muchas veces solo en su clínica, lo que aumenta su aislamiento y eleva el riesgo de depresión. En ambas carreras hay altas exigencias académicas y se tiende a un "perfeccionismo socialmente prescrito", con altos niveles de competencia y un miedo al fracaso que suele provocar ansiedad, pero eso es propio de otras profesiones también exigentes.

Existe una razón exclusiva en los veterinarios que los hace mas vulnerables: su contacto con técnicas mas modernas de eutanasia y el gran numero de casos que tienen que atender por este motivo los hace tener una concepción de la vida y del sufrimiento distinta del resto de los mortales.

En un estudio de David Bartram para el colegio de veterinarios del Reino Unido se comprobó que el 75% de los suicidios dentro del gremio corresponden a auto-envenenamiento con Barbitúricos y en especial de la Ketamina, un potente anestésico muy utilizado en la profesión. 

La participación activa en el final de la vida de muchos animales que están sufriendo puede alterar el punto de vista que se tiene sobre la muerte. Puede disminuir las inhibiciones permitiendo la auto-justificación y llegan a ver el suicidio como una solución absolutamente racional y legitima.

En los profesionales de la medicina también pasa, pero en menor grado porque están menos expuestos al sacrificio final. 

Otro caso ocurrido ha sido el de Jian Zhicheng, de 31 años, murió en el hospital después de haber sido encontrada inconsciente en el centro de protección de animales Xinwu, en Taiwan; del que era su directora. 

Jian había sido acosada por miles de chinos en las redes sociales tras revelar en una entrevista para un programa de televisión la cantidad de sacrificios que había hecho su centro por falta de espacio, aproximadamente 700 perros en dos años.

Jian amaba a esos animales y les intento buscar un refugio tras recogerlos de la calle, pero eran demasiados y todo se convirtió en un caos, para muchos solo fue "la bella carnicería".

"La vida humana no es diferente a la vida de un perro, moriré con los mismo medicamentos que se utilizan para poner a los perros a dormir en paz". Fue la nota con la que se despidió la veterinaria. 

Otra historia es sobre la veterinaria Robin Stamey, en carolina del norte (EE.UU), que regreso a la facultad con 36 años para perseguir su sueño y convertirse en lo que siempre había deseado.

Cuando entro en la facultad, Stamey llego a acumular grandes deudas, y tras conseguir su primer trabajo como veterinaria, tuvo que trabajar muchas horas para reducirla. Pero eso no fue todo, ya que sus problemas financieros se vieron agravados por las tensiones en el trabajo, derivado de un desgaste emocional, físico y mental. Pero como le ocurre a muchos trabajadores sanitarios, Stamey tuvo miedo a pedir ayuda.

Acumulando todas sus frustraciones e ignorando una creciente depresión, en el 2007 terminó de venirse abajo, cansada de muchos años de trabajo agotador y con una misteriosa enfermedad a sus espaldas que le producía una inflamación interna bastante dolorosa, que mas tarde le fue diagnosticada como enfermedad del arañazo de gato. 

La enfermedad sumada a todos sus problemas, hizo que Stamey tratara de suicidarse con un catéter cargado con una dosis mortal de Beuthanasia-D y Telazol, pero: "Al mirar a Gracie, mi mascota, no pude hacerlo. La única persona a la que no puedo explicarle mi suicidio es a él".

Presión económica, social y ética

Algunos de los factores que desencadenan problemas mentales como la ansiedad, el estrés, la depresión, el profesional quemado (burnout) o la fatiga por compasión son la presión, tanto mental, ética y económica. El acoso online es otra de las presiones a las que se ven sometidos los veterinarios.

Los expertos aseguran que las personas que trabajan con animales llevan una carga mas pesada que otras profesiones sanitarias debido a los problemas únicos de trabajar con estos seres, como la aplicación de eutanasia y el cuidado de seres vivos que han experimentado dolor y sufrimiento pero no pueden articular sus necesidades y experiencias. 

La psicóloga sanitaria Pilar Guijarro explico para Animal's Health que en España los problemas económicos son una parte fundamental del problema. Sobre todo por el hecho de no existir aún convenio no hay regulación clara, lo que supone un caldo de cultivo para un mercado laboral exigente y estresante. De hecho afirmaba que en veterinaria es bastante común abandonar la profesión, precisamente por enfrentarse todos los días a "un estado de inseguridad en todos los niveles. Es normal que el cuerpo y el cerebro respondan: es una defensa frente a lo que les está pasando".

La profesional recordaba que este tipo de presiones, en los casos más extremos, terminaban desembocando en el suicidio, aunque admitió que en España no hay datos de suicidio de profesiones, ya que es un tema que "esta vetado" en todos los niveles.

Los autores del estudio donde el auto-envenenamiento fue el método mas común de muerte, reconocen la necesidad critica de una investigación adicional sobre los factores de riesgo de suicidio y exigen la implementación de estrategias de intervención y prevención del suicidio basadas en la evidencia, como promover la conexión social, identificar y apoyar a las personas en riesgo y mejorar la resolución de problemas y habilidades afrontamiento. 

"Muchas veces las personas pueden sospechar que alguien está sufriendo, pero no saben qué decir, o les preocupa que lo que digan pueda empeorar la situación", explica Jen Barnt, directora de bienestar y diversidad de miembros de AVMA: "Mi objetivo es que todos los profesionales veterinarios completen la formación para la prevención del suicidio. Proporcionar orientación sobre que decir y las formas en que se pueden mejorar el sentido de pertenencia y ayudar a aliviar el miedo que algunos pueden tener sobre ser una carga para sus amigos, familiares o compañeros".



"Cada has de luz que podamos arrojar sobre el suicidio es un paso en la dirección correcta", señala Jhon Howe, presidente de AVMA. "El suicidio es complejo. No solo afecta a la profesión veterinaria, sino también es una crisis de salud publica de importancia critica y la decima causa principal de muerte en los Estados Unidos". 

Si se asume que una de la razones de trastorno mental y de suicidio en la profesión son las malas condiciones laborales, la solución más directa es mejorar esas condiciones. 

Las dos soluciones propuestas por el sector de veterinarios en España es la redacción de un convenio nacional para las clínicas y la reducción del numero de egresados para que, al haber menos oferta, también se reduzca la competencia y la precariedad.

Sin embargo, los expertos también abogan por otras soluciones, como la instrucción en prevención del suicidio. 

AVMA recientemente ha implementado el método QRP (Preguntar, Persuadir, Referir), para ayudar a los veterinarios a identificar y recomendar a profesionales de la salud mental que traten a colegas que puedan estar en riesgo.

La OMS, considera que simplemente restringiendo el acceso a medios de suicidio, como los fármacos eutanásicos, se mejorarían estas cifras. Aunque es cierto que estos dos últimos enfoques no solucionarían los problemas de base.

Actualmente la asociación Professional Wellness Group (PGW) esta analizando los datos de la encuesta de la WVA para desarrollar un plan de acción urgente para elaborar algunas pautas profesionales de bienestar para el 2021.

#notonemorevet

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