El ojo felino posee una visión periférica más amplia que la humana, mientras nosotros solo alcanzamos los 180 º, el minino controla un entorno de 200 º.
Los gatos poseen una estructura llamada tapetum lucidum que hace que el ojo pueda absorber gran cantidades de luz antes de llegar a la retina, este tejido refleja la luz y hace que el gato tenga una visión más aguda. Este tejido también es el responsable de que los ojos de los minino brille en la oscuridad.
Aunque los gatos en la noche pueden ver mucho mejor que los humanos, durante las horas de sol sucede todo lo contrario. Durante las horas de luz, el ojo del gato obtiene imágenes borrosas y turbias.
Los felinos poseen ojos más grandes, esta característica les permite gozar de profundidad del campo de visión durante el mayor número de horas del día, independientemente de la luz. Esto les permitía ser mejor cazadores. Es la misma razón por la que poseen visión binocular, que les permite ampliar el campo de visión, una característica imprescindible para los depredadores.
Dentro del ojo, todos los felinos cuentan con una banda central llamada raya visual y gracias a esta raya, ellos pueden distinguir una determinada cantidad de colores, aunque bien no son todos ni son una gran cantidad, créeme que les resultan más que suficientes.
Los gatos solo pueden percibir ciertos colores y de manera limitada. En ello influye muchísimo el tipo de luz en la que se estén moviendo. Los fotorreceptores de los gatos son capaces de captar los colores verde y azul. En consecuencia, los felinos pueden percibir una gama de colores fríos y algún que otro más cálido, como el amarillo.
Sin embargo, el color rojo queda anulado de su paleta de colores y lo ven como una especie de gris oscuro. A ello se une el hecho de que las tonalidades que perciben carecen del brillo con que percibimos los colores el ser humano.
Cuanta menos luz haya menos colores percibe un gato. Durante las horas nocturnas el gato sin luz, ve en tonos grises.
Todas estas razones hacen afirmar que, en realidad, la visión del gato es más perfecta con una luz tenue y espacios medio iluminados.
Con esa iluminación, la vista del felino es más equilibrada y puede aprovechar todas sus cualidades para sacar mayor provecho.
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