Cuando se habla de Alimentos para perros y gatos actualmente pensamos en alimento balanceado ya sea húmedo o croquetas, los cuales están especialmente diseñado para nuestras mascotas con todos los requerimientos de nutrientes. Sin embargo en la consulta veterinaria es muy frecuente ver a los tutores que administran algunos de los alimentos concentrados junto con “extras” o simplemente dándoles comida casera.
La mayoría de las comidas caseras que administran los tutores, la mayor parte típicamente constan de una mezcla de harina, arroz, trozos de carne o pollo, huesos, y verduras como zanahoria picada.
Este tipo de alimentación no le genera ningún beneficio a las mascotas, aún más cuando este tipo de alimentación no está bajo la supervisión de un veterinario.
La razón es que en ese plato está presente un mayor % de carbohidratos, pocas proteínas y pocas vitaminas, a esto sumándole que las frutas y verduras cocinadas pierden sus propiedades.
Razones frecuentes por las que los tutores deciden administrar dietas caseras:
*El perro no quiere comer el alimento concentrado.
*Quieren consentir a su perro.
*Los perros son carnívoros
*El costo elevado del alimento
El perro no quiere comer el alimento concentrado: si tu perro o gato no quiere comer el alimento algo está pasando, intenta buscar un tipo de alimento que sea más palatable para tú mascota y de acuerdo a los requerimientos energeticos q estos necesitan. Lo más importante es que mientras encuentres ese alimento concentrado ideal debes ir mezclando el anterior alimento con el nuevo hasta que consigas introducir completamente en nuevo alimento. No lo cambies de manera brusca, muchas veces estás son las principales causas de intolerancias alimentarias.
He tenido pacientes que sus propietarios les cambian varios tipo de alimentos en menos de una semana.
Esto no se debe hacer!
Quieren consentir a su perro: al perro se le debe consentir con ejercicio, cariños o con premios balanceados. Las mascotas no deben elegir que si o que no comen, es como si le preguntamos a un niño si prefiere comer las verduras o un pastel. Además si consideramos que nosotros mismos por lo general no balanceamos nuestras dietas, aun mas difícil hacerlo empíricamente para una mascota. El cariño no mejora ni empeora la calidad final del alimento, la calidad final depende de la correcta elección de los ingredientes según la especie animal, su calidad y el equilibrio de los nutrientes.
Los perros son carnívoros: si, efectivamente son carnívoros, pero un chihuahueño de 2 kg no debe comer un muslo de pollo como lo haría un niño de 20 kg en una comida ya que todo en exceso puede causar daños al organismo.
Además debemos saber que el alimento casero para perros también favorece la formación de sarro dental, obesidad, alergias alimentarias, diarreas crónicas, desnutrición, problemas de desarrollo, insuficiencia renal y hepática, etc.
El costo elevado del alimento: si bien es cierto algunas opciones comerciales resultan costosas para los tutores y optan por alimentación más accesible para sus mascotas, sin embargo no debemos descartar los beneficios de una dieta natural, casera y equilibrada diseñada por un especialista en nutrición veterinaria.
Los animales requieren en sus dietas seis tipos principales de nutrientes: agua, hidratos de carbono, proteínas, lípidos, minerales y vitaminas.
En los animales de compañía, los requerimientos mínimos de hidratos de carbono no se conocen y el contenido recomendado en las dietas depende de la cantidad de alimento consumido, de la densidad calórica de la comida y de la etapa fisiológica del animal. Se ha descrito que aunque la glucosa es metabólicamente esencial, los carbohidratos no se consideran indispensables en las dietas de los perros ya que pueden sintetizarla a partir de precursores gluconeogénicos. Los gatos, por su parte, considerados carnívoros estrictos, pueden mantener la glucemia normal aún comiendo una dieta libre de carbohidratos. En estado salvaje, las fuentes de hidratos de carbono en los gatos provienen de las vísceras y reservas de glucógeno de sus presas, representando un porcentaje muy bajo en la dieta. En la actualidad, sin embargo, la mayoría de los alimentos comerciales incluyen un nivel moderado de este nutriente. Los granos de cereales son ingredientes ricos en hidratos de carbono y se usan para la formulación de dietas en perros y gatos.
Los lípidos son las grasas y aceites de la dieta. Los triglicéridos son el tipo de grasa más importante en la dieta y se pueden diferenciar en los alimentos dependiendo del tipo de ácido graso contenido en cada triglicérido. Los triglicéridos constituyen la principal forma de almacenamiento de energía en el organismo.
Además de suministrar energía, las grasas tienen numerosas funciones metabólicas y estructurales dentro de las que podemos mencionar las siguientes:
*Formar una capa aislante que rodea a las fibras nerviosas.
*Los fosfolípidos y los glucolípidos actúan como componentes estructurales de las membranas celulares y participan en el trasporte de nutrientes y de metabolitos a través de estas membranas.
*Las lipoproteínas facilitan el trasporte de las grasas por el torrente sanguíneo.
*El colesterol es utilizado por el organismo para formar las sales biliares.
*El ácido araquidónico es el precursor de prostaciclinas, prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos.
Los lípidos de la dieta aportan los ácidos grasos esenciales. Los animales tienen necesidades fisiológicas de dos familias de ácidos grasos esenciales, los omega 6 (n-6) y los omega 3 (n-3). El representante más importante en la dieta de la serie n-6 es el ácido linoleico, que se encuentra presente en los aceites vegetales, como los aceites de maíz, de soja, de canola y de cártamo, así como en la grasa de pollo y de cerdo. Los ácidos gamma-linolénico y araquidónico pueden sintetizarse a partir del ácido linoleico, por eso, si la dieta contiene una adecuada cantidad de este último, no es necesario suplementar con gamma-linolénico y araquidónico.
En los gatos es difícil efectuar estimaciones exactas de las necesidades de ácidos grasos esenciales debido a que los niveles adecuados de ácido linoleico en la dieta reducen la demanda de ácido araquidónico y a que los niveles elevados de ácido araquidónico pueden satisfacer algunas de las necesidades de ácido linoleico
Las proteínas del organismo tienen numerosas funciones, como por ejemplo:
*Catalizan reacciones metabólicas esenciales del organismo y son fundamentales para la digestión y la asimilación de los nutrientes.
*Son componentes estructurales de pelo, uñas, tendones, ligamentos y cartílagos. El colágeno forma la mayor parte del tejido conjuntivo de todo el cuerpo.
*Las proteínas contráctiles (miosina, actina), intervienen en la regulación de la actividad muscular.
*Forman numerosas hormonas que controlan mecanismos homeostáticos de los diversos sistemas orgánicos.
*En la sangre, actúan como importantes trasportadoras.
Los animales utilizan los excesos de aminoácidos para la obtención de energía, o bien lo transforman en glucógeno o lípidos para almacenamiento de energía. El grado en que un perro o un gato es capaz de utilizar las proteínas de la dieta como fuente de aminoácidos y nitrógeno se ve afectado tanto por la digestibilidad como por la calidad de las proteínas incluidas en la dieta. Las proteínas que son muy digestibles y que contienen todos los aminoácidos esenciales se consideran proteínas de alta calidad. En contraste con ello, las proteínas de baja digestibilidad y limitadas en uno a más aminoácidos son proteínas de baja calidad.
A diferencia de otros mamíferos, los gatos tienen necesidades muy altas de proteínas y son sensibles a la deficiencia del aminoácido arginina. Una sola comida sin este aminoácido produce signología clínica que puede llevar al animal a la muerte. Además, los gatos necesitan la presencia de taurina en la dieta, un ácido beta amino sulfónico necesario para la conjugación de los ácidos biliares y las funciones normales de la retina y del miocardio. Ambos compuestos están presentes en los tejidos animales por lo que en dietas de base cárnica no se presentarían este tipo de deficiencias, las cuales ocurrirían más comúnmente en formulaciones caseras a base de vegetales.
Las vitaminas son moléculas orgánicas necesarias en cantidades mínimas para actuar como enzimas esenciales, precursores enzimáticos o coenzimas en numerosos procesos metabólicos del organismo. El organismo no las puede sintetizar, por lo tanto, hay que suministrarlas con el alimento.
Se clasifican en vitaminas liposolubles (A, D, E, y K) y vitaminas hidrosolubles (B y C).
Vitamina A: incluye varios compuestos químicos denominados retinol (forma biológica más activa), retinal y ácido retinoico. Tiene funciones que afectan la visión, el crecimiento óseo, la reproducción y el mantenimiento del tejido epitelial. El origen de la vitamina A reside en los carotenoides sintetizados por las células de las plantas. Los vegetales como la zanahoria y la batata contienen elevadas cantidades de estos compuestos. Los alimentos de origen animal no contienen carotenoides pero pueden suministrar vitamina A activa. Los aceites de hígado de pescado, la leche, el hígado y la yema de huevo son fuentes de vitamina A.
Vitamina D: consiste en un grupo de compuestos esteroles que regulan el metabolismo del calcio y el fósforo en el organismo. Interviene en el desarrollo y el mantenimiento del tejido óseo normal, estos efectos están regulados mediante la influencia de la vitamina sobre la absorción de calcio y fósforo en el tracto gastrointestinal y su depósito en el tejido óseo. La yema de huevo, el hígado y ciertas clases de pescados contienen cantidades moderadas.
Vitamina E: compuesta por un grupo de compuestos afines denominados tocoferoles y tocotrienoles. La principal función de la vitamina E en la dieta y en el organismo reside en su efecto antioxidante. La vitamina E es sintetizada por una diversidad de vegetales, son fuentes de vitamina E el germen de trigo, el aceite de bacalao y las semillas de algodón, soja y girasol.
Vitamina K: formada por un grupo de compuestos denominados quinonas. La función más conocida de la vitamina K es su papel en el mecanismo de la coagulación de la sangre. Se encuentra en vegetales de hoja verde, como la espinaca y el coliflor. En general, los alimentos de origen animal contienen cantidades inferiores de vitamina K. El hígado, los huevos y ciertos pescados constituyen fuentes adecuadas de esta vitamina.
Vitaminas del complejo B: son vitaminas hidrosolubles que actúan como coenzimas de enzimas celulares específicas que intervienen en el metabolismo energético y en la síntesis de tejidos.
Dentro del complejo, se encuentran nueve vitaminas denominadas: tiamina, riboflavina, niacina, piridoxina, ácido pantenoico, biotina, ácido fólico, cobalamina y colina.
Vitamina C (ácido ascórbico): se sintetiza a partir de la glucosa en los vegetales y en numerosas especies animales, incluyendo perros y gatos. El organismo requiere ácido ascórbico para la producción de colágeno. Con excepción de la especie humana y algunas otras especies animales, todos los animales son capaces de generar niveles adecuados de vitamina C endógena y por lo tanto, no tienen necesidad dietética de esta vitamina.
Minerales: Son elementos inorgánicos esenciales para los procesos metabólicos del organismo. Un esquema de clasificación los divide en macroelementos (calcio, fósforo, magnesio, azufre, sodio, potasio y cloro) y microelementos (incluyen un gran números de minerales presentes en el organismo en cantidades muy pequeñas).
El calcio, es el componente inorgánico fundamental de los huesos, proporciona integridad estructural al esqueleto y también contribuye al mantenimiento de los niveles correctos de la calcemia durante los procesos de reabsorción y deposición. Cuando los perros, principalmente, reciben calcio exógeno para intentar cubrir las mayores demandas fisiológicas, se puede producir la inhibición del eje hormonal que regula la calcemia, con la consecuente imposibilidad de movilizar reservas endógenas.
El fósforo, por su parte, también es un componente importante de los huesos, se encuentra principalmente combinado con calcio, formando hidroxiapatita y al igual que el calcio, proporciona soporte estructural al esqueleto y también es liberado al torrente circulatorio como respuesta a los mecanismos homeostáticos. La proporción recomendada de calcio y fósforo en los animales de compañía oscila entre 1:2 y 1:4 en los perros y de 0,9:1 y 1:1 en los gatos.
La cantidad de magnesio que hay en el organismo es inferior a la del calcio y el fosforo. El 60 o 70% del magnesio presente en el organismo se encuentra en los huesos.
Por lo tanto las dietas caseras deben al menos contener proteinas de carne, pollo, pescado (cocinados), lípidos (omega 3 y 6), granos de cereales, vitaminas, minerales, frutas y vegetales frescos e íntegros que pueda proporcionar a los gatos y perros todos los nutrientes que necesitan sin pasar por procesos de pulverización.
Existen muchas marcas de alimento concentrado en el mercado con precios e ingredientes diferentes, con balanceo de ingredientes de nutrientes tan diversos que cubren las diversas necesidades de los perros, con dietas específicas:
*Cachorros en sus diferentes tallas: puede encontrar dependiendo la marca: tallas mini, pequeñas, medianas grandes e inclusive extragrande.
*Dependiendo de su etapa de desarrollo: cachorros, adultos, geriatras.
*Dependiendo de su condición fisiológica: gestantes, lactantes e incluso para animales ya esterilizados o castrados.
*Dependiendo de las enfermedades específicas: piel, hígado, riñón, corazón, obesidad, diabetes, diarreas, etc.
Una dieta comercial, si cumple con todos los requisitos (equilibrio, palatabilidad) no tiene porque ser peor que una dieta casera hecha con el mayor mimo.
Las croquetas a pesar de su apariencia, no son “galletas”, son una mezcla de diversos ingredientes que en conjunto ofrecerán una dieta balanceada para su mascota, estas fórmulas se han obtenido a base de muchos años de investigación e inversiones millonarias por parte de las compañías de alimentos para mascotas. Actualmente existen muchas marcas en el mercado con precios e ingredientes diferentes, así como un balanceo de nutrientes tan diverso como las necesidades de los perros.
La diferencia es la digestibilidad, que se puede resumir de la siguiente forma: del total del alimento consumido, que tanto se aprovecha y que tanto se elimina por heces. A mayor digestibilidad mejor aprovechamiento y menos heces.
Una buena alimentación proveerá a tu mascota de todos los nutrientes y necesidades energéticas para que su organismo se mantenga saludable. Por lo tanto y como ya sabemos existen dos caminos posibles: una dieta casera y natural o un alimento balanceado comercial.
Opciones de Dietas
Dietas BARF: para perros y gatos, es definida por algunos autores como “Biologically Appropriate Raw Food” y por otros como “Feeding a Bones and Raw Food”. Independientemente de la denominación, está basada en huesos y alimentos crudos. Incluye una gran cantidad de componentes de origen animal como carne, despojos y huesos crudos, combinados con cantidades relativamente pequeñas de ingredientes vegetales como verduras y frutas, así como diferentes tipos de aceites y suplementos.
Dieta de la Alimentación Ancestral: esta denominación es utilizada por casas comerciales o páginas web para hacer referencia a una versión similar de la anterior. Sin embargo, en su definición no se incluye el concepto de alimento crudo, aunque su principal ingrediente sí debe ser de origen animal (mínimo el 70%). En esta dieta no se permite ningún ingrediente que haya sido modificado genéticamente. Además, destaca su mayor proporción en grasa (respecto a la dieta tradicional), su bajo contenido en carbohidratos (sin cereales) y una inclusión muy limitada de ingredientes vegetales.
Los beneficios en la salud de las mascotas que se asocian con este tipo de dieta son: mejor digestibilidad, mejor calidad de las heces, pelaje brillante y dientes más limpios. No obstante, estos beneficios son anecdóticos y están basados en opiniones de tutores, y están respaldados por datos de poca relevancia.
Es importante saber que a lo largo de los miles de años de evolución y domesticación de las mascotas, se han producido adaptaciones en su fisiología y metabolismo. Por ejemplo, se han reportado que varias secciones del genoma del perro difieren de las del lobo, y parte de estas variaciones afectan al metabolismo de las grasas y a la digestión del almidón, es decir, el perro se ha adaptado a través de su domesticación para poder alimentarse con dietas menos carnívoras. Por tanto, una alimentación que se base en un único alimento o una proporción muy alta de este no será una dieta equilibra y óptima. Son numerosos los estudios que reportan que este tipo de dietas contienen desequilibrios nutricionales, ya sean por déficit o por exceso de vitaminas, minerales.
Aunque la carne y el pollo son una fuente de proteínas de alta calidad, son deficientes en: calcio, fósforo, sodio, hierro, cobre, yodo y varias vitaminas esenciales. Por ello, la incorporación de carne fresca tiene un gran potencial para desequilibrar la dieta de la mascota y puede causar alguna de las siguientes alteraciones o patologías:
•Puede producir esteatosis en gatos alimentados con algunos tipos de pescado crudo.
•Pueden causar fracturas dentales o lesiones gastrointestinales, porque los huesos pueden producir tanto obstrucciones como perforaciones en esófago, estómago o intestino.
•Se han reportado casos de osteodistrofia nutricional en cachorros de perros de raza grande a causa de una dieta de carne cruda.
•También se describen casos de hiperparatiroidismo secundario nutricional a causa de una dieta de carne cruda, ya que suelen presentar un exceso de fósforo. Un estudio de 1993 reportó que muchos cachorros de perro tenían susceptibilidad (individual o genética) a desarrollar la patología cuando eran alimentados con una dieta compuesta de 80% de arroz y 20% de carne cruda. Artículos más actuales coinciden en que las dietas crudas o BARF pueden producir esta enfermedad e incluso pueden estar contaminadas con hormonas tiroideas.
•Puede causar hipervitaminosis A, debido a que hay alimentos como el hígado fresco que a pesar de ser una fuente rica en proteínas, hierro, vitamina D y algunas vitaminas B, como alimento principal produce una importante deficiencia en calcio y un exceso de vitamina A.
Esto puede desencadenar en las mascotas una intoxicación por vitamina A, aunque parece que los perros son parcialmente resistentes a esta toxicosis. No obstante, en los gatos tiene el potencial de provocar una deformación esquelética (espondilosis cervical) o un hiperparatiroidismo secundario nutricional por el bajo nivel de calcio y alto contenido de fósforo. Según estudios experimentales una dosis diaria de vitamina A de 17 a 35 μg/g de peso corporal es suficiente para producir lesiones esqueléticas en los gatos en crecimiento al mes del consumo continuo. Estas cantidades se encuentran muy por encima de los requerimientos diarios recomendados, ya que el límite superior seguro para la vitamina A es aproximadamente de 50 μg/día en un gato de 1kg (en crecimiento) y de 80 μg/día en un gato adulto activo de 5 kg.
Existen varios estudios que documentan la presencia de agentes infecciosos en los alimentos crudos y la posibilidad de contaminar o eliminar estos agentes en el entorno de la mascota.
Muchos estudios de Norteamérica reportan una fuerte evidencia sobre que este tipo de dietas comerciales (para perros o gatos) pueden contener Salmonella spp. y/o Escherichia coli. En otros estudios de piensos comerciales de carne cruda para mascotas, obtuvieron resultados positivos para ambos patógenos en productos originarios en Italia o en Egipto. Otros estudios aportan hallazgos de otros patógenos como: Clostridium perfringens no solo en elaboraciones de Canadá o USA, sino también en Corea, Campylobacter jejuni en Norteamérica, Toxoplasma gondii tanto en productos originarios en USA como en Portugal y Listeria monocytogenes y otras especies en Norteamérica. Incluso se encontró Salmonella spp. en snacks tipo “orejas de cerdo tratadas” para perros. Esto no solo conlleva un riesgo de producir sintomatología en la mascota, sino también supone un peligro para la salud pública (zoonosis).
Ahora bien, según el tipo de alimentación los animales se clasifican en diferentes grupos, de los que destacan: carnívoros (como el gato), omnívoros (como el perro) y herbívoros (caballo, vaca, conejo).
No obstante, tanto los gatos como los perros, metabólicamente necesitan los glúcidos, específicamente la glucosa. Aunque las mascotas pueden digerir y metabolizar muchos nutrientes de ingredientes vegetales, alimentarlos con dietas vegetarianas o veganas puede suponer un desafío. Estas dietas suelen contener altas cantidades de glúcidos, que están relacionadas negativamente con la salud felina, desencadenando sintomatología gastrointestinal como: diarreas, flatulencias y distensión abdominal. Incluso hay patologías que se han asociado a este tipo de dietas como: la obesidad felina, la diabetes mellitus, la lipidosis hepática idiopática (LHI) o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Esto se debe a las diferencias fisiológicas y metabólicas de los gatos, ya que carecen de la amilasa salival (enzima responsable de iniciar la digestión de los glúcidos) y tienen una menor actividad de la amilasa intestinal y pancreática. Además, a nivel hepático, difieren en la menor o ausente actividad de la glucoquinasa (responsable junto a la hexoquinasa, de la fosforilación de la glucosa para su almacenamiento u oxidación) y de la glucógeno sintasa hepática (responsable de convertir la glucosa en glucógeno para el almacenamiento en el hígado). También carecen de la enzima fructoquinasa hepática, necesaria para el metabolismo de los azúcares simples. En resumen, la capacidad de los gatos de digerir y metabolizar los glúcidos, y por extensión los ingredientes vegetales, está limitada por su fisiología.
Además, la mayoría de las especies, incluidos los perros, pueden convertir el ácido linoleico en ácido araquidónico (precursor principal de las prostaglandinas 2, leucotrienos y tromboxanos), y pueden transformar el ácido α-linolénico en ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico. Sin embargo, los gatos no pueden realizar ninguna de estas conversiones ya que carecen de la actividad hepática adecuada y por ello, es importante que obtengan esos ácidos grasos con la dieta.
•La taurina es un aminoácido β esencial en los gatos, porque al contrario que los perros los gatos no pueden sintetizar las cantidades adecuadas.
Sus acciones están relacionadas con: la visión, la función del músculo cardíaco y la función adecuada de varios sistemas (nervioso, reproductivo e inmunitario). Por lo tanto, la sintomatología que normalmente se produce por una deficiencia prolongada de taurina en gatos incluye: ceguera (degeneración central de la retina), fallos reproductivos y desarrollo de cardiomiopatía dilatada. El rango de referencia para gatos sanos es superior a 300 nmol/ml.
•La arginina es un aminoácido importante en perros y gatos, sin embargo, a diferencia de los perros, los gatos no pueden sintetizar cantidades suficientes de ornitina o citrulina para su conversión en arginina. Por lo tanto, esta debe estar disponible en su dieta.
La sintomatología por deficiencia de arginina en la dieta tiene un curso agudo y está relacionada con el exceso de amonio en sangre, siendo común que el animal presente: excesiva salivación, alteraciones neurológicas, hiperestesia, emesis, tetania, coma e incluso, en peores estadios, la muerte del animal. La dosis de arginina recomendada en gatos es 250 mg/día (58).
•Las necesidades de metionina y cisteína en gatos son mayores que las de los perros u otros omnívoros. La cisteína está relacionada con la producción del pelaje y la síntesis de felinina (asociada al marcaje territorial) muy importante en gatos enteros (sin castrar).
En el caso de los perros, está descrito que requieren un aporte alto de metionina y cisteína, porque se convierten en varios compuestos importantes con funciones antioxidantes.
•La tirosina no es un aminoácido esencial, ni para el gato ni para otras especies. Sin embargo, es importante para la síntesis y la homeostasis de la melanina, que se encuentra en el cabello negro y en el pigmento de la piel. La deficiencia de tirosina se observa con más frecuencia en los gatos negros cuyo cabello se vuelve marrón rojizo.
Alimentos vegetarianos
Estos no se recomiendan en gatos, carnívoros estrictos, que necesitan que al menos parte de su alimento contenga ingredientes de origen animal. En perros es posible obtener alimentos completo, pero su formulación tiene desafíos específicos, se ha descrito problemas nutricionales asociados a su uso.
No existen datos que apoyen que esta alimentación resulte en una mayor longitud o una mejor calidad de vida.
Antes de decidirte por una opción, te recomendamos constatar el estado de salud de tu animal de compañía y consultarlo con especialistas veterinarios para que te den una guía según las necesidades específicas de tu amigo.
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