IM_Veterinarian

MV. Esp. Rosangela Ramírez C.

Desde la prehistoria






Desde los hallazgos fósiles, así como las pinturas hechas sobre las paredes, se puede observar que el hombre primitivo fue cazador, pastor antes de ser agricultor. 

El contacto inicial del hombre primitivo con los animales que contemporizaron con él fue la cacería de esos animales de cuya carne y piel les servía para alimentarse y vestirse, respectivamente, así como realizaban utensilios de los huesos de los animales. 

Ya desde esa época los hombres primitivos comenzaron a visualizar los animales cuando los abrían para extraer de ellos su carne, y ahí comenzó el conocimiento de dos ciencias de la medicina: anatomía y fisiología. También puede afirmarse que el hombre de las cavernas exploro sin quererlo el área de la patología y la parasitología, pues no es difícil que en algunos animales capturados y abiertos en canal, detectaran malformaciones congénitas, así como neoplasias (tumores) y otras anomalías que hoy estudia la patología. Así como también descubrieron parásitos internos y externos, pues según información suministrada por los parasitólogos dice que los helmintos y otros grupos de parásitos, se internaron en los organismos animales  y humanos desde hace muchos milenios. 

Este el punto de partida de una profesión que en algunas culturas y épocas pasadas solo era un oficio, pero que en un nivel u otro, es tan antiguo como el hombre mismo. 

Cabe mencionar al perro como el primer animal que fue domesticado. 

"El animal doméstico es aquel que forma parte de la casa o domus, está sometido al dominio de un amo, al cual le brinda sus productos y servicios y que se reproduce en un estado de cautiverio voluntario" Charles Cornevin

Pero porque fue un carnívoro y no un herbívoro el primer animal que se sometió al hombre?

Esto es fácil de responder si se considera que la primera forma de buscar alimento y vestido fue a través de la cacería, y es lógico suponer que tenía que ser un carnívoro el que ayudara al hombre primitivo en esas tareas. 


Una antigua leyenda Europea dice: 

"En aquellos tiempos primitivos un gran clan se reunía por las noches en torno a una hoguera donde ponían a asar las piezas de la caza de día y efectuaban su principal comida con cierto aire ritual. Pero lo importante es que una jauría de chacales rondaban al humano todas las noches en espera que les arrojaran los huesos de los animales que se consumían; los huesos que conservaban aún buenas porciones de tejidos blandos y que, sin duda alguna, eran la delicia de aquellos carnívoros. Empeoro, la presencia de los chacales era molesta para los miembros del clan, como lo son hoy en día los perros que se nos acercan en los paseos dominicales en espera de un mendrugo, así que el líder de la tribu se encaró con su correspondiente en aquella jauría con el fin de exigirle que se ausentara con todos sus congéneres y que los dejara en paz, ya que los tizones encendidos y las piedras que esporádicamente les aventaban para ahuyentarlos no habían sido suficientes. Aquellos animales se sometieron a la petición de los hombres y se separaron del grupo. Aconteció, asimismo, que un fenómeno natural que afectó a los humanos, pero no a los chacales, provocó que los primeros emigraran de la región y se enfrentaran a lo desconocido, entre ello, los ataques nocturnos de carnívoros más feroces que los chacales y de otros grupos tribales. Así pues, empezaron a echar de menos la presencia de aquéllos, pues no habían comprendido, entre otras cosas, que los aullidos nocturnos de tales animales, que los sentía como una molestia, en realidad eran como una advertencia para los potenciales enemigos del hombre. Entonces el jefe de la tribu corrió a buscar el líder de la jauría, a quien le ofreció volver a brindarle todos los esquilmos de los animales obtenidos de la cacería. A su vez, los chacales, agradecidos, le ofrecieron al hombre auxiliarlo durante el día en la captura de los animales, pues siendo éstos de régimen herbívoro, sentían el temor natural por los carnívoros, de modo que los chacales podían azuzar a los animales que los hombres pretendieran cazar. Así se estableció la relación hombre-perro, que perdura hasta nuestros días".


En cuanto a las especie herbívoras hubo dos factores por las cuales los humanos terminaron domesticándolos: 

Primero que los animales tuvieran un instinto gregario, es decir, que se agruparan en rebaños y la otra que tuvieran un distancia de huida reducida, aquellos que son mas susceptibles a la domesticación.  

Es aquí cuando inicia el primer paso de la cacería al pastoreo primitivo, que es una etapa procedente a la verdadera domesticación. 

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