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MV. Esp. Rosangela Ramírez C.

Las mascotas y los niños

La compañía de un animal mejora la calidad de vida de todo ser humano, aumenta la longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, facilita la recreación, reduce el estrés y disminuye el índice de depresión. En los niños sin embargo, juega un papel muy importante porque contribuye en el desarrollo educativo y social, los motiva a asumir responsabilidades y a aprender valores como el respeto a los demás, aumenta su autoestima y mejora la integración de la familia. Una mascota incentiva en los niños la capacidad de cuidar de alguien y fomenta los sentimientos de competencia y seguridad, indispensables en el primer ciclo de vida de los niños, esto les permitirá un correcto equilibrio emocional.

La relación que existe entre las mascotas y todos los miembros de la familia es muy importante, pero resulta ser mas importante con los mas pequeños de la casa. Esta relación debe desarrollarse de la forma correcta así evitaremos posibles conflictos.

Los niños que viven y crecen junto a una mascota aprenderán a amarla y a respetarla, y no solo eso, guardaran los mejores recuerdos de su infancia. 

La relación con los perros o gatos ejerce como estabilizador de la conducta infantil, contribuye a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza así como a disminuir los miedos que son normales en la infancia.   

Debemos permitir que el niño se relacione con la mascota y colabore en algunas de sus actividades como por ejemplo:

*Permitir que el niño le de los premios a la mascota, de esta manera la mascota va a relacionar al niño con algo positivo.

*Debemos estimular la relación entre el niño y la mascota, de esta manera evitaremos que esa relación se enfrié y el niño termine perdiendo el interés por la mascota.

*Motivar a los niños a que jueguen con sus mascotas.

*Involucrar al niño en las actividades y necesidades de la mascota. 

*El niño puede supervisar el animal, estar pendiente si le falta agua en su taza o si el perro quiere salir a pasear, motivar al niño a que participe.

*Debemos relajarnos cuando el niño esta con la mascota, siempre supervisarlos, pero hay que darles confianza, ya que tanto el niño como el perro percibirán nuestra preocupación y eso hará que sea mas tensa la relación.

*Evitar castigar al niño cuando esta en contacto con la mascota, ya que lo interpretaran como algo malo y eso traerá problemas en la relación del niño con la mascota.


Actividades adecuadas para los niños con perros, elaborada por Stanley Coren (profesor del departamento de psicología de la Universidad de British Columbia, en Vancouver Canadá):

*De 2 a 4 años: pueden ayudar a ponerle la comida, dar ordenes sencillas o lanzarles juguetes. Siempre debe estar un adulto supervisando.

*De 4 a 10 años: también con supervisión del adulto, pueden lanzar juguetes, pasear, recoger los excrementos del animal o alimentarlo.

*10 años o mas: pueden intervenir en la educación de la mascota y participar en todos los procesos que se relacionan con el.

En resumen un niño puede ayudarnos participando en actividades de la mascota como:

*Jugar con la mascota 

*Bañar y peinar a la mascota 

*Pasear a la mascota

*Dar premios a la mascota 

*Supervisar a la mascota 

*Dar agua y comida a la mascota

*Y a medida que crecen dar órdenes a la mascota 

Los niños que conviven con un animal se vuelven mas responsables, debido a que aprenden a asumir pequeñas tareas. Este tipo de empatía también es importante ya que permite enseñarle al niño a valorar, respetar, cuidar y amar a las mascotas, a no maltratarlas y a no abandonarlas; así como con cualquier animal, personas y plantas.

Las personas que durante su niñez han estado en contacto con mascotas aprenden valores como la compasión y la empatía, importantes para mantener una relación interpersonal positiva con otras personas.


En un estudio realizado por la sociedad Argentina de pediatría determinaron que la relación de un niño con un animal domestico, bajo circunstancias debidamente controladas, es beneficiosa para ambos. Las mascotas establecen vínculos de apego con los niños y la relación resulta positiva en aspectos afectivos, en refuerzo de la personalidad, la promoción del autoestima y en el desarrollo cognitivo.

Las mascotas pueden ofrecer a los niños un vinculo afectivo, una amistad especial, y pueden cumplir los requisitos para una relación de vinculo emocional en términos de búsqueda, mantenimiento de proximidad a la figura de apego, sobre todo, ante situaciones de estrés, refugio y seguridad, usando la figura de relación afectiva como una base segura desde la cual explorar un ambiente o situación desconocida; resistencia y angustia ante la separación, que se observa entre humanos.

El vinculo de apego con una mascota puede iniciarse a los 18 meses de vida. Su efecto es muy importante en el desarrollo emocional, cognitivo y social del niño. Este lazo entre el niño y su mascota, su reciprocidad, favorece que el niño sea mas seguro e independiente. 

Los niños pueden desarrollar diferentes tipos de vínculo emocional con sus mascotas, dependiendo del tipo de apego parental y el tipo de comportamiento del perro. 

"Los perros han mostrado habilidad especial para comprender señales verbales y no verbales de los humanos". 

Un perro que puede responder mejor al comportamiento social humano puede aumentar los sentimientos de apego. 

En situaciones en las que los niños no pudieron tener apego parental seguro, el vinculo del niño a una mascota puede funcionar como sustituto, y así desarrollar modelos internos seguros. El vinculo entre el niño y una mascota favorece el desarrollo del niño y sus efectos persisten hasta la edad adulta. 

"La oxitocina es la responsable de crear vínculos y se demostró que esta hormona se encontraba elevada en los niños que besaban y tenían contacto físico con su mascota".


Beneficios de tener una mascota

Ansiedad: la mayoría de los estudios apunta a un efecto positivo en la interacción niño - mascota, mayormente en situaciones de estrés.  Los perros tienen el potencial de prevenir la ansiedad social y de separación en los niños y los adolescentes. La compañía y la interacción con el perro pueden aumentar los niveles de oxitocina y disminuir los niveles de cortisol, atenuando así la respuesta fisiológica ante el estrés y la ansiedad.

Depresión: las mascotas promueven un estado de animo positivo. Los niños buscan las mascotas cuando sienten angustia, por lo que es posible que el apego hacia ellos fomente la salud emocional y reduzca la ansiedad y la depresión. Las mascotas mejoran otros parámetros como la autoestima, la soledad y el aislamiento social. El contacto con las mascotas mejora el estado de animo en los niños y en los adultos con trastornos mentales. 

Autoestima: tener una mascota tiene un efecto positivo en la autoestima, sobre todo en los niños que tuvieron su primera mascota antes de los 6 años y en los adolescentes mayores de 10 años. El efecto sobre la autoestima puede estar presente a largo plazo. El aumento de la autoestima puede generar beneficios adicionales para las personas con ansiedad, depresión, problemas de conducta y logros educativos.

Soledad: tener macotas puede proteger a los jóvenes de la soledad y el aislamiento social, por lo que ayuda a prevenir la depresión. 

Efecto antiestrés: tanto los adultos como los niños y adolescentes pueden reducir las respuestas a eventos estresantes o amenazantes si perciben que reciben apoyo emocional de las relaciones sociales. La presencia de animales, familiares o desconocidos pueden reducir efectivamente el ritmo cardiaco, la presión arterial, el cortisol y ejercer un efecto amortiguador social ante un efecto estresante. La presencia de mascotas amortigua la respuesta al estrés percibido, actuando como figura de apoyo social en los niños. 

Comportamiento: los perros promueven un comportamiento positivo y reducen los problemas de conducta en los niños con desarrollo típico y en aquellos con trastornos mentales. Tener una mascota fomenta el desarrollo de la autonomía, responsabilidad y autosuficiencia, mayormente en los niños de 8 a 13 años.

Aspectos cognitivos: tener un animal de compañía puede facilitar la adquisición del lenguaje y mejorar las habilidades verbales en los niños. Podría ser receptor del balbuceo del niño pequeño y un estimulo atractivo, que provoca la comunicación verbal de los niños pequeños.   

Educación: los niños de 2 a 6 años con mascotas han mostrado mas probabilidades de atribuir conceptos biológicos a los animales que los niños sin mascotas. Los niños de 6 a 15 años de edad con mascotas obtuvieron mejores resultados en el conocimiento de la anatomía animal en relación con los que no tenían. Los niños aprenden mas acerca de sujetos con los que están involucrados emocionalmente. La presencia de animales produce efectos positivos en la memoria, cognición, atención, categorización, lenguaje, alfabetización y lectura. 

Desarrollo social: tener una mascota en la niñez ayuda al saludable desarrollo social en términos de competencia, redes sociales, interacción, comunicación social, empatía y comportamientos de juego social, lo que lleva a puntuaciones de desarrollo mas altas ajustadas por edad. Una mascota puede facilitar al dueño el acercamiento a otras personas y mejorar la relación con estas. 

Actividad y salud física: se ha encontrado que los propietarios de mascotas y los niños realizaban mas ejercicio físico como por ejemplo caminatas con el perro, mostraban mejor presión sanguínea, colesterol y triglicéridos mas bajos que los no propietarios. Los beneficios fisiológicos pueden ser derivados del estado de relajación frecuentemente observado en presencia de una mascota o de los efectos al acariciar a un animal que ayudará a disminuir el estrés. 

Los animales también aportan valores a los pequeños, valores que en ocasiones las propias personas olvidan de transmitir. Valores como la empatía, el amor incondicional, el respeto, la responsabilidad, la compasión, la fidelidad; son valores que los niños aprenderán con sus mascotas.


"Las mascotas son parte de la familia y su compañía es motivo de alegría y felicidad en los hogares".

La influencia positiva de las mascotas en la salud y bienestar de los seres humanos es bien reconocida y comprende los aspectos psicológicos, fisiológicos, terapéuticos u psicosocial. La función como facilitadores en la terapia asistida motivacional y física de numerosas enfermedades como cardiovasculares por ejemplo, ha permitido que los efectos benéficos de tener una mascota sean también empleados en el ámbito terapéutico. 

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